Sí, velocidad y adrenalina son dos factores clave, pero la auténtica fórmula es la Formula 1. Estamos a poco más de un mes de que empiece el GP de España de F1 y de que el circuito de Montmeló se vista de gala para la ocasión. Del viernes dos al domingo cuatro de junio tendrán lugar los libres, las clasificaciones y la gran carrera.

La carrera

Toda la liturgia que rodea a estas carreras hará que el circuito se convierta, de nuevo, en uno de los grandes templos del motor donde tantos aficionados van a peregrinar: el ruido atronador, el rugir del coche, el olor a goma quemada y gasolina o el temblor cuando los vehículos se acercan. Eso y mucho más convierte a estas carreras en algo irrepetible que todo fanático del motor quiere experimentar.

Por eso, en pro de ese espectáculo, pero sobre todo persiguiendo la victoria, las escuderías mejoran año a año los diseños de sus coches para optimizarlos al máximo.

Los vehículos

Todos y cada uno de los detalles que conforman el coche están medidos al milímetro para favorecer a un objetivo: ligereza, aerodinamismo, equilibrio, seguridad. Ninguna pieza termina en el diseño final si no es absolutamente necesaria.

Todos esos desarrollos, calidad y precisión son tremendamente laboriosos y caros. Por lo que uno de esos vehículos, pensados para ser utilizados un año, cuesta alrededor de veinte millones de dólares.

Y si la adrenalina y la velocidad son dos elementos omnipresentes en el mundo del deporte a motor, también lo es el riesgo de choque o accidente. Por lo que una parte fundamental del diseño del coche (cada vez más, de hecho) es la seguridad del piloto. Pero muchas veces esta seguridad se consigue a costa del propio vehículo.

¿Cómo proteger entonces el coche?

Como es lógico, una disciplina basada en conducir rápido y enfocado en llegar primero a la meta entraña muchos riesgos.

Así como sí son obligatorios el seguro de responsabilidad civil y el seguro federativo para los pilotos, el seguro para cubrir los daños de los vehículos deportivos es una opción voluntaria a tener muy en cuenta y que puede resultar tremendamente útil, porque las reparaciones de estos siniestros pueden tener costes de reparación desorbitados.

Con una póliza de daños a vehículos deportivos, la temporada de los pilotos está económicamente protegida. Sponsors, escudería y piloto pueden centrarse en los objetivos deportivos y no tener que preocuparse por la asunción de un sobrecoste millonario fruto de algún factor impredecible.

Algunos de los daños más habituales que cubren las pólizas de daños a vehículos deportivos son:

  • Daños en las partes internas del motor o la caja de cambios ocasionados en accidentes.
  • Daños en el ECU y componentes electrónicos (excluyendo el resto de los sensores).
  • Mano de obra en reparación de piezas dañadas, montaje y desmontaje.
  • Incendio del vehículo.

¿Dónde conseguir un buen seguro de daños a vehículos deportivos?

En RISKMEDIA tenemos una división especializada en deportes de motor compuesta por múltiples especialistas con muchos años de experiencia en este tipo de pólizas. Por eso podremos asesorarte para encontrar el seguro que encaje a medida con tus necesidades y asegurar tu vehículo y todo lo demás que necesites relacionado con tu disciplina deportiva.

Así, además del seguro de daños a vehículos en competición, ofrecemos coberturas para, por ejemplo:

  • Vida y accidentes para pilotos y copilotos
  • Invalidez profesional de pilotos y copilotos (total y temporal)
  • Vida y accidentes para alumnos y clientes de escuelas de conducción
  • Daños a vehículos en competición (propios o alquilados)
  • Responsabilidad civil de organizadores de pruebas
  • Responsabilidad civil de organizadores de cursos de conducción
  • Seguros patrimoniales para equipos, estructuras, instalaciones fijas o móviles y motor homes

Fuente: RISKMEDIA Group

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